miércoles, 18 de junio de 2008

Juventud: otro recurso no renovable

Por si las cosas no anduvieran mal en Aguascalientes, ahora tenemos el dato que ha publicado el periódico Aguas de que somos el primer lugar a nivel nacional en consumo de drogas ilegales entre jóvenes de bachillerato, además la entidad ocupa el tercer lugar nacional en consumo de drogas ilícitas entre mujeres con un 7.5 por ciento, mientras que en hombres es el 25.4 por ciento. Y como remata la nota: otro primer lugar lo ocupa Aguascalientes en consumo de alcohol entre bachilleres.

            De lo anterior se puede cuestionar la política antidrogas del gobierno federal: “para que la droga no llega a tus hijos”, esta frase repetida hasta la saciedad en los medios de comunicación es una gran mentira. Efectivamente, los problemas no se solucionan con declaraciones. ¿Qué pasará con este asunto? Las autoridades federales y locales darán toda clase de declaraciones y discursos, reconocerán los errores, dirán que implementaran una mejor estrategia, pedirán más recursos al Congreso, etcétera, etcétera, y así toda esta semana, dentro de un mes nadie, de los políticos, se acordará del tema, sus declaraciones estarán ocupadas con otro asunto urgente.

            El tema de los jóvenes y sus problemas no debe llamar la atención sólo cuando hay moda declarativa sino por la importancia implícita que tiene este grupo para el funcionamiento de la sociedad. Ser joven en ninguna parte del mundo es fácil, pues hay que recordar que en esta fase de la vida existe un proceso de formación-consolidación de la personalidad del individuo. Lo que en otros tiempos se definía por una determina edad (los 15, los 18), ahora es más complicado. La juventud no está ya delimitada por una línea clara que separa la niñez de la vida adulta, sino que se ha convertido en todo un territorio. Por ejemplo, es muy fácil ver que las incertidumbres de los jóvenes son compartidas por los adultos, por los padres.

            Asimismo, la juventud también es considerada como un periodo de moratoria social, es decir, los padres permiten que sus hijos por un tiempo se preparen académicamente para que su inserción al mundo laboral se dé en mejores condiciones. Sin embargo esto no pasa necesariamente así: pocos jóvenes se mantienen en el sistema educativo hasta grados profesionales, y los pocos que logran terminar una carreta técnica o licenciatura se encuentran con un mundo laboral saturado y con pocas recompensas.

            Por otro lado, y como parte de este mosaico complicado de los jóvenes, está el de desarrollo de una identidad, de una cultura juvenil donde los jóvenes pueden compartir con otros sus preocupaciones, inquietudes, gustos, sus visiones del mundo. En Aguascalientes esto se puede palpara al ver los diferentes grupos juveniles los cuales más que se comprendidos son censurados, los Emos son el mejor ejemplo en estos momentos.

            La Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ) ha declarado el 2008 como el año iberoamericano de la juventud, el esfuerzo que hace este organismo internacional es el de poner el tema de la juventud en un primer nivel de debate. En este sentido, el secretario general de la OIJ, Eugenio Ravinet, en una entrevista otorgada al periódico La Jornada, declaró que hay un “divorcio” entre la sociedad y sus jóvenes, lamenta Ravinet que si bien Iberoamérica nunca antes había tenido tantos jóvenes existe al mismo tiempo una mayoría indiferente hacia sus necesidades que los hace “prácticamente invisibles”.

            Se ha dicho y afirmado con datos, que los jóvenes son el grupo que manifiesta mayor indiferencia hacia los asuntos públicos. Puede ser en parte cierto, aunque su rechazo está motivado porque no les gusta lo que ven o de lo que se enteran. ¿A quién le gusta ver los noticieros hoy en día si están llenos de nota roja? Los jóvenes no huyen de la realidad, son parte de ella, son parte de la noticia, como la de los primeros lugares hidrocálidos en adicciones.

            Los jóvenes son definidos por una característica especial: la rebeldía, o para que no se escuche tan fuerte, por ser más liberales e idealistas. El paso de los años lleva a los jóvenes, hasta los más aferrados, al mundo adulto de las responsabilidades y el conformismo. Y esto último creo que es lo que nos ha llevado a los problemas que padecemos. Actualmente nadie cree que el país, que Aguascalientes, pueda resolver el problema del narcotráfico, de la inseguridad, de las adicciones. A lo menos no con declaraciones. El gran número de jóvenes que hay en nuestra sociedad es un recurso que difícilmente volvamos a tener, es más importante que el petróleo, y simplemente se está desaprovechando, y lo peor, se está condenando al país a una juventud sin futuro.


Publicado en diario Aguas.

martes, 17 de junio de 2008

Paradojas de la democracia

Los mexicanos no hemos resuelto aún interrogantes básicas acerca de nuestra democracia, como es el de la transición de un sistema autoritario a uno más democrático. Este tema en particular se ha convertido en un callejón sin salida, pues nadie está convencido plenamente que el viejo régimen haya quedado en la historia y que estemos viviendo una nueva época caracterizada por la estabilidad política y social. Seguimos en ese callejón, en esa discusión, aunque se le llama de diversas maneras: reforma electoral, reforma del estado, etcétera.

            De acuerdo a uno de los más prestigiados teóricos de la democracia, Larry Diamond, la democracia es el tipo de sistema político más ampliamente admirado, pero también es quizá el más difícil de mantener. La democracia para este pensador “se basa en un mínimo de coerción y un máximo de consentimiento”. Para Diamond los gobiernos democráticos se encuentran inevitablemente gravados con ciertas paradojas inherentes. El conciliar estas contradicciones es el esfuerzo que debe de tener cada país para ir consolidando su régimen democrático. Creo que el país con sus instituciones, clase política y sociedad se encuentra actualmente en un esfuerzo por resolver favorablemente estas paradojas.

            Son tres las contradicciones básicas que detecta Larry Diamond en toda democracia. La primera que resalta es la que existe entre el conflicto y el consenso. La naturaleza del sistema democrático es la institucionalización de la lucha por el poder, aquí aparece el conflicto y la competencia, que si no son debidamente controladas se puede trastocar la paz civil y la estabilidad política. Para ello es necesario que la división que genera la competencia deba estar atemperada por el consenso, sin que ello signifique sancionar demasiado la competencia. México ha tenido diferentes experiencias en este terreno, la competencia por el poder en el 2006 llevó a los grupos a un conflicto que por momentos parecía que iba alterar la paz social, aunque efectivamente la estabilidad política sí se vio trastocada en tanto que una de las partes, la derrotada, no aceptó el resultado de la elección para la presidencia de la república. En este sentido la contradicción entre conflicto y consenso arrojó un saldo poco favorable para la democracia. Incluso la incapacidad del Consejo General del IFE para administrar el conflicto electoral le trajo consecuencias conocidas por todos.

            La segunda contradicción o paradoja de la democracia a la que hace referencia Diamond se refiere a la tensión entre representatividad y gobernabilidad. Esta contradicción surge en tanto que la democracia significa que el poder no debe estar en manos de unos pocos, sino que se deposita en un grupo que representa a los ciudadanos, y a su vez estos representantes deben de actuar con energía y prontitud, atendiendo no sólo las demandas de los grupos de interés, sino a veces también enfrentándose a sus intereses particulares. Para ello se requiere un sistema de partidos sólido que no dependa de estos grupos. Por lo tanto la gobernabilidad (el actuar, el hacer funcionar las instituciones) debe compaginarse con la representatividad (los diferentes intereses que existen en una sociedad).

            De igual forma para el caso mexicano, a veces se observa como los representantes de la sociedad sesgan sus criterios para favorecer a un solo grupo. La aprobación de la llamada ley Televisa es un buen ejemplo. O lo que en últimas fechas ocupa a la opinión pública: ¿a qué intereses están respondiendo los representantes de la ciudadanía ante el tema energético? ¿Se debe responder a la urgencia de unos por reformar (privatizar) o mantener el status público de PEMEX defendido por otros? ¿Qué acción genera mayor gobernabilidad para el país?

            Lo anterior nos lleva a la tercera paradoja que expone Larry Diamond, la que se refiere a consentimiento y efectividad. Tal vez está sea la contradicción más importante. La democracia significa en todo caso y de manera muy sencilla: el gobierno del pueblo, o por lo menos, el gobierno con el consentimiento del pueblo. La legitimidad que da el gobernado al gobernante es fundamental para que funciones el sistema democrática. La legitimidad no es otra cosa que la confianza (consentimiento) que otorga el ciudadano hacía el grupo en el poder. Si no hay tal confianza el gobierno difícilmente podrá ejercer el poder. ¿Cómo se gana la confianza los gobernantes? Una primera fuente de legitimidad es el que se haya alcanzado el poder mediante elecciones limpias y creíbles. Una segunda fuente es el ejercicio del poder, y aquí está la parte de la efectividad, un gobierno electo democráticamente debe refrendar la confianza que le dio el ciudadano a través del voto mediante una ejercicio del poder que atienda las necesidades primordiales de la población, por ende, un gobierno que desconoce cuáles son los requerimientos de la población, si actúa sin un diagnóstico adecuado, puede tener una gran dificultad en mantenerse en el poder, pues los ciudadanos verán que quienes fueron electos por ellos no responde a sus necesidades. Aquí entra el problema del descrédito de la democracia cuando los gobiernos actúan igual o peor que los gobiernos autoritarios. Los ciudadanos a final de cuentas apoyan los cambios políticos si esto significa no sólo la garantía del ejercicio de las libertades, sino que se genere una mejora sustantiva en sus condiciones de vida.

            Ante la decepción del gobierno de Vicente Fox, al actual gobierno le queda el gran reto de demostrarle a la gente que la democracia puede generar gobiernos efectivos, que pueden mejorar las condiciones de vida de la población. Aunque hasta el momento el gobierno de Calderón no esté dando muestra de ello, cada frente que habré es una batalla que pierde, o que hasta el momento ha sido derrotado, la guerra contra la inseguridad es el mejor ejemplo.

            En fin, la democracia está compuesta por elementos contradictorios pero no excluyentes. En todo caso lo que requiere la democracia son políticos hábiles que puedan entender el momento político y puedan resolver los problemas con fórmulas democráticas y no con las viejas fórmulas autoritarias. En este sentido sorprende que el gobierno de Calderón se oponga a una consulta para conocer el parecer de los ciudadanos sobre el tema del petróleo. Es cierto, la decisión final será la que tomen los representantes populares (los legisladores), pero ¿por qué no escuchar lo que dice la gente? ¿Por qué se les pide que se informen sobre el tema y luego no se quiere escuchar su opinión? “No te veo, ni te escucho”, no es una paradoja, sino una salida autoritaria. 

Publicado en diario Aguas.


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